Renazco entre mil musas que no volverán,
cuando sepan que no tengo pan para su malestar,
tengo la espalda mal
en el colchón la cal
las maletas en el fondo del mar,
eran las seis y diez, frío invernal
cara de duermo lo puedo y tal
comiendo como críos
muertos al río
vigila lo que es mío
sueño o vigilia, no sonrío ya.
Y diles que mis sábanas son de mortal
que si no vuelvo y permanezco
en mi Edén mental
rieguen mi cuerpo con sangre de cien cuervos
en mi funeral.
Má no llores, somos hijos del Pentothal
de flotar en parques, bancos, camas ajenas sudás,
esas lenguas susurrándome barahás
buscando porqués fuera de clichés
en tu mirada que no dice ná
ya no dice ná
en tu mirada que no dice ná
nena, tu mirada ya no dice ná
ya no dice ná
ya no dice ná
30 fotos y tu mirada ya no dice ná.
buscas en caladas algo más que una vida vacía
me acuesto y el plan es otro
soñar con alguna que otra harpía
que me de de soñar
despertarme y el desayuno listo
porque tu mirada ya no dice ná
ya no dice ná
30 fotos y tu mirada ya no dice ná
tras los focos y tu mirada ya no dice ná, ná.